
miércoles, 5 de mayo de 2010
martes, 4 de mayo de 2010
Apología de la censura

El siglo pasado estuvo lleno de acontecimientos sociales de mucha importancia. Las dictaduras de Franco en España, Pinochet en Chile o de la Junta Militar en Argentina tuvieron un impacto incontestable en la creación literaria de estos países. Numerosos escritores usaron la escritura cómo un instrumento de lucha social y para promover la revuelta y la libertad. Esta creación literaria libre y sin cadenas fue uno de los periodos más sombríos de la historia de la literatura de lengua española. En efecto, la censura literaria es la única manera de apoyar el desarrollo de una literatura próspera y sana. Pocos autores tuvieron el ánimo de crear obras que estaban conforme a las instrucciones del gobierno y apropiadas para mantener el orden y la paz en la sociedad. Todos los escritores deberían tomar ejemplo de estos hombres y mujeres que respetaron la censura y trabajaron mano a mano con los que ejercían el poder.
Las ventajas de la censura literaria son numerosas. Primero, llega a la democratización de la cultura y permite el libre acceso de todos los ciudadanos al mismo tipo de literatura. En efecto, si todos los escritores apoyasen las acciones e ideas de los dictadores, el gobierno estimularía la producción literaria para que todos los ciudadanos pusieran tener acceso a ella. Pues la educación literaria no estaría reservada para una elite sino que todos los ciudadanos tendrían acceso a una literatura patrocinada por el gobierno. En Chile, por ejemplo, el objetivo era la creación de “condiciones de tipo global[1]” que empujaran al público a preferir la propaganda del gobierno.
Otra ventaja de la censura es su capacidad de eliminar obras mediocres que sólo ofenderían la sensibilidad literaria del lector si estuvieran publicadas. Permite un control de calidad por instituciones competentes controladas por el gobierno. Por consiguiente, si la censura estuviese generalizada, el público ya no tendría que sufrir obras aburridas y sin interés.
Por fin, la instauración de la censura literaria pondría fin al problema de la pobreza de los escritores. Muchos escritores que se negaron a colaborar con el gobierno cayeron en indigencia porque no podían vivir de lo que escribían. Carlos Oquendo de Amat, por ejemplo, es considerado uno de los mayores poetas peruanos de la historia. Sin embargo, a causa de su lucha contra la dictadura, vivió como un vagabundeo una vida de pobreza y soledad, y murió en un hospital a los 30 años. Este destino trágico nunca habría puesto ser el de un escritor obediente, porque la sumisión a la dictadura habría sido una garantía de que sus obras estuvieran publicadas. Pues a falta de preservar su integridad moral, el escritor que colabora protege el bienestar de su cartera.
Los que critican la censura literaria a menudo dicen que resulta en una literatura pobre y sin interés. No obstante, según Manuel Abellán, “la relación causal entre censura y valor artístico de la obra literaria resulta casi imposible de establecer.[2]” En efecto, es posible tener talento y trabajar para el gobierno. Por otro lado, muchos artistas quienes no trabajan para el gobierno no tienen ningún talento.
Los detractores de la censura también afirman que ella no es una buena contribución a la sociedad. Este argumento tampoco es válido, en la medida en que la contribución de muchos escritores libres a la sociedad fue muy negativa. La literatura de resistencia que se desarrolló durante la Guerra Sucia o el franquismo sólo empujó la población a sublevarse, y la mayoría de estas revueltas contra el gobierno llegaron a la muerte de miles de personas. Estas personas habrían podido vivir una vida apacible sin la intervención de escritores irresponsables que les llamaron a ir a ver la sangre por las calles. Al contrario, cuando el gobierno tiene la oportunidad de controlar el nivel y el contenido de la educación literaria, puede conservar el poder sin temer que la masa sobre la que lo ejercen lo rechace. Esta sutil manipulación de la población es la garantía de la unión y la paz social. Además, aumenta la proximidad entre gobernantes y gobernados ya que éstos sinceramente comulgan con las acciones y la ideología del gobierno. Por consiguiente, la censura es la última forma del gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.
Por todas estas razones, parece ser que la censura literaria tiene más ventajas que una creación literaria libre e independiente. El fracaso más grande de los varios regímenes militares o de dictadura que dirigieron algunos países de América Latina fue su incapacidad de matar a los escritores libres que luchaban por la libertad y la revolución. Ahora nosotros debemos tener el ánimo de resistir a las doctrinas políticamente correctas que presumen que la independencia y la revuelta son la esencia de la escritura. ¡Hasta la censura siempre!
[1] Jaime Giordano, “Censura, auto-autorización y competencia ideológica en la literatura chilena de los últimos años.” Revista de la crítica literaria latinoamericana No. 34, pp. 165-172 (1991)
[2] Jaime Giordano, “Censura, auto-autorización y competencia ideológica en la literatura chilena de los últimos años.” Revista de la crítica literaria latinoamericana No. 34, pp. 165-172 (1991
sábado, 24 de abril de 2010
La razón del ser del escritor

La literatura iberoamericana está caracterizada por su diversidad. Hombres y mujeres de varios países decidieron dedicar su vida a la escritura. Sin embargo, las obras iberoamericanas comparten por lo menos dos características fundamentales: la lengua española y la huella de la revuelta. El hecho de que América Latina y España conocieron, en su historia, la tiranía y la injusticia es uno de los factores explicativos de la riqueza de su creación literaria. Además, numerosos escritores sufrieron las consecuencias de su lucha contra la injusticia.
Porque no está satisfecho con la realidad, el escritor prefiere creer otra. En efecto, la escritura es una forma de compromiso y lucha contra la opresión, en la medida en que la opresión lleva a la revuelta, y la revuelta es la esencia de la creación literaria. En su poema Explico algunas cosas, Pablo Neruda incita el lector a venir a “ver la sangre por las calles[i]” para que comprenda por qué su poesía está cambiando. El escritor tiene una responsabilidad con la sociedad de escrutarla, para denunciar, combatir y vencer sus aspectos más viles. Por esta razón, podemos decir que la creación literaria se debe a la lucha casi cotidiana que los escritores, especialmente en América Latina, emprenden contra la opresión. Pues, según Mario Vargas Llosa, “la razón del ser del escritor es la protesta, la contradicción y la crítica[ii].”
Si la razón de ser del escritor es la rebelión, la razón de ser de la opresión es, precisamente, oprimir a los tratan de combatirla. Pues, numerosos escritores de América Latina o España sufrieron las consecuencias de sus escritos. Federico García Lorca, que murió ejecutado durante la Guerra Civil Española por sus escritos y sus afinidades políticas. En uno de sus poemas, describió de manera casi premonitoria un “corazón malherido por cinco espaldas.[iii]” Carlos Oquendo de Amat, un poeta peruano, fue expulsado de La Paz, Bolivia, por sus ideas políticas. En la ciudad de Arequipa, fue responsable del partido de José Carlos Mariátegui, uno de los intelectuales más importantes del país. Luego, fue desterrado a Panamá. Muchos poemas de Pablo Neruda fueron escritos cuando vivía en clandestinidad en Chile, por ser acusado de "infligir la Ley de Seguridad Interior del Estado e injuriar al Presidente González Videla[iv]"
La injusticia, la tiranía y la violencia son algunos factores que explican el desarrollo de la literatura iberoamericana. Desde siempre, la inspiración del escritor es alimentada por su revuelta perpetua. Esta revuelta dejó su huella en el destino de muchos de los escritores: a causa de sus opiniones algunos tuvieron que irse de su tierra natal; a otros, les arrebataron la vida. Pues ¿Cuál es el futuro de la creación literaria iberoamericana? Sería posible que pierda su sabor y su interés cuando estos países conozcan más estabilidad y prosperidad. No obstante, es mucho más probable que nunca se altere. Primero, porque siempre habrá injusticia. Luego, porque la creación literaria puede emerger también de la belleza y del amor. Y, sobre todo, porque se puede escribir sin objetivo, sin razón. No es indispensable hacerlo con un fin preciso. A veces, la escritura es el fin.
[i] Neruda, Pablo. “Explico algunas cosas.” Poemas del alma. Web. 7 Apr. 2010
[ii] Vargas Llosa, Mario. "La literatura es fuego: Discurso de aceptación del premio Rómulo Gallegos” Mario Vargas Llosa página oficial. Web. 7 Apr. 2010.
[iii] García Lorca, Federico. "La guitarra." Poema del cante jondo. Web. 7 Apr. 2010.
[iv] "Pablo Neruda." Wikipedia, la enciclopedia libre. Wikipedia foundation, Inc. Web. 20 Apr. 2010
miércoles, 14 de abril de 2010
Itzamná

es un dios maya, Señor de los Cielos, de la Noche y del Día. Es el inventor de la escritura y de los libros… El dios de las palabras.
Gabriel García Márquez lo mencionó en un discurso muy interesante que os recomiendo leer http://www.ciudadseva.com/textos/otros/ggmbote.htm
La devoradora

Por eso, algunos días antes, decidió regresar a su casa en el campo. Juró que no se iría antes de haber recobrado su habilidad. Para él, la literatura se había poco a poco convertido en una compañera tiránica, que odiaba e idolatraba al mismo tiempo, pero que tenía que satisfacer. Encerrado en el sótano de la casa, sin aberturas ni ventanas para protegerse de las irritantes intrusiones del ruido y del sol, podría hacerlo. Tranquilo y aislado.
Los primeros días fueron muy extraños. Como cada persona que fomenta y empieza un nuevo proyecto, se sentía alegre y lleno de entusiasmo. Sabía que todo volvería a la normalidad. Crearía una obra sublime, y se iría de esta casa. Volvería a vivir su vida, reír con sus amigos y disfrutar de los placeres de la vida. Sólo después de haber engendrado una obra magistral.
Colillas. Páginas desnudas. Después de una semana, la inspiración todavía le faltaba, así como el fervor con que se ponía a escribir, antes. Se dio cuenta de que todavía no estaba en un entorno propicio a la escritura. Despidió a la persona que hacia la limpieza e iba de compras. No le molestaba el polvo y tenía bastante alimento y cigarrillos para sobrevivir algunos días. También desconectó la línea telefónica y apagó su móvil. Necesitaba más tranquilidad, más aislación.
Colillas. Mucho más palabras. Ya no sabía cuánto tiempo había pasado en el sótano, ensimismado en sus reflexiones y su trabajo. Dos semanas, quizás más… Ya no importaba, porque lo había recobrado. La inspiración… La exaltación al escribir. Era mucho más fácil ahora, mucho más fluid. La pluma corría en el papel. A veces, lo acariciaba suavemente; otras veces, su punta acerada lo arañaba con violencia. Pero la obra tomaba forma. Poco a poco, crecía y se desarrollaba.
Capa de ceniza. Ríos de tinta. El torrente, rebalsado demasiado tiempo, corría ahora y nada podía interrumpirlo. Había escrito frenéticamente durante días, casi sin interrupción. Se sentía mucho más mejor ahora. Tranquilizado y aislado.
Golpes violentos. Una puerta metálica derribada bruscamente. Y de repente, detrás de ella, una escena muy extraña. Un montón de cigarrillos. Papeles arrugados, con palabras garabateadas deprisa y corriendo por una mano febril.
El hombre, famélico e hirsuto, ya no respiraba. Sin embargo se podía ver un esbozo de sonrisa en su cara apacible. Debajo de su mano, los paramédicos encontraron las páginas de la novela que acababa de escribir.
Según la crítica que pareció algunos meses más tarde, la novela póstuma del famoso escritor fue su mejor obra. En esta casa alejada del mundo, había creado un monumento de la literatura contemporánea. Una obra profunda y apasionante. Llena de vida.
jueves, 11 de marzo de 2010
domingo, 7 de marzo de 2010
Exploración literaria
A mí me fascinan todos los aspectos de la lengua y literatura no sólo en español sino también en mi lengua materna y otros idiomas. Sin embargo pienso que la mejor manera de descubrir una obra y apreciar su valor es tratar de leerla en su lengua original. Por esta razón, he decidido leer obras originales en español durante este semestre. Será una buena manera de sumergirme en la literatura de los países hispanohablantes.
Elegí este tema por varias razones. Primero, pienso que la escritura y las obras literarias son el mejor instrumento para descubrir y entender una lengua y una cultura. A través de las novelas o poemas, se puede descubrir algunos aspectos de la sociedad y de la vida cotidiana; pues en mi opinión, un libro es una ventana a través de la cual el lector puede observar varios lugares y épocas. También se pueden entrever las dudas, las esperanzas, o las desilusiones no sólo del escritor sino también de sus personajes.
Además, escribir y leer sobre la literatura será una buena ocasión de aprender más sobre este tema: descubrir autores menos conocidos, u otras obras de los escritores más famosos. Abordaremos la literatura española y latinoamericana como una exploración de varios temas tales como la violencia, el amor, o la belleza. También hablaremos de escritores y obras en varios países y que fueron escritas en varias épocas: será una exploración de la literatura a través del tiempo y de los continentes.
Por fin, me parece que uno de los aspectos más interesantes de la literatura en general es la manera en que se puede jugar con las palabras, especialmente en los poemas. En el género poético se usan la sonoridad de las palabras, sus doble sentidos, para decir o sobreentender muchas cosas. Cada palabra puede ser interpretada de diferentes maneras, y diferentes interpretaciones pueden cambiar el sentido de todo el poema o toda la obra. En mi opinión esto es uno de los aspectos más apasionantes del idioma.
A modo de conclusión diré que mis próximos ensayos se enfocarán en la forma y el fondo de la obra literaria española e hispanoamericana. A través de esta obra viajaremos en compañía de Mario Vargas Llosa, Gioconda Belli y muchos otros en diferentes países y épocas para descubrir sociedades, paisajes, y personajes. ¡Estoy convencida de que será un viaje apasionante y muy excitante!

